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Edad Media: Reino de Galicia (Primer reino de Europa)

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Caída del Imperio Romana y los suevos

Llegando a la caída del Imperio romano y con la invasión de los pueblos germánicos, el territorio de Gallaecia forma parte de los foedus (Acuerdo romano donde se le cedia el territorio a tribus no romanas). En el año 409 llegan a Bracara Augusta (Braga), 30.000 suevos, de los cuales 8.000 eran guerreros, acuerdan un foedus con Roma en el 410 por el que los suevos se establecen en la provincia de Gallaecia y se otorgaría el título de rex (rey) a su caudillo Hermerico (409-438), aceptando como superior al emperador de Roma. Dando paso en la provincia romana de Gallaecia hacia una estructuración del poder político en el espacio europeo medieval en reinos, de un emperador. Hermerico cede más tarde, el trono a su hijo Requila (438-448), que empieza a realizar campañas militares por toda Hispania, solo posibles por la unión entre suevos y galaicos (Sangre celta y de cultura megalítica atlántica) y la total independencia del imperio Romano. Después le sucederá Requiario (448-456), que adoptará el catolicismo en el 449, favoreciendo la integración con la población romana, haciendo la conquista más sencilla. En 456 se produciría la batalla del río Órbigo, que enfrentó a visigodos y suevos, que tendría como vencedor a los visigodos y que tendrá como consecuencia la vuelta al arrianismo (Herejía cristiana y que negaba que Jesús tuviera la misma condición divina que Dios).

Los suevos tras la derrota con los visigodos

Tras la derrota de los suevos frente a los visigodos (456), el reino suevo se dividirá y lo gobernarán simultáneamente Frantán y Aguiulfo (reyes suevos). Ambos lo harán hasta 457, año en el que Maldras reunificará el reino para acabar siendo asesinado tras una conspiración romano-visigoda fallida (459), dividiendo el reino nuevamente entre dos reyes: Frumario (459-463) y Remismundo (hijo de Maldras) (459-469) que reunificaría nuevamente el reino de su padre en 463 y adoptaría nuevamente el arrianismo en 465 debido a la influencia visigoda. Tras la muerte del hijo de Maltras y actual rey Remismundo, no existe a penas información por la desaparición de practicamente todos los textos escritos y de los pocos que sobrevivieron se intuye que probablemente Teodemundo gobernó la Suevia. En estos momentos se produce la llegada a la costa norte de celtas bretones, que se asentaron en el norte de las actuales Galicia y Asturias, bajo la autoridad de un obispo propio, estableciendo una diócesis en Bretoña, antecedente de la actual Mondoñedo y participarán en las asambleas de autoridades religiosas suevo-galaicos (obispo Maeloc).

Caída del reino suevo y llegada de los visigodos

En el 550 comenzaría el reinado de Karriarico que se convertirá nuevamente al catolicismo. Le sucederá Teodomiro (559-570) y durante su reinado (561) tendrá lugar el primer Concilio de Braga, que supondrá un avance en la organización del territorio (parroquiale suevum) y muy importante para la cristianización de la población pagana (de correctione rusticorum) bajo los auspicios de San Martín de Braga. Tras la muerte del rey Teodomiro, le sucederá Miro (570-583) que durante su reinado se celebrará el segundo Concilio de Braga (572). Sobre el 577 se iniciará la guerra civil visigoda en la Miro, en 583 intentará conquistar a los visigodos, pero fracasará (Los visigodos poseen el resto de Hispania) y durante su vuelta acaba muriendo. Comienza la decaída del reino suevo, comienzan a producirse muchas luchas internas, el actual rey Eborico (también llamado Eurico, 583-584) es destronado más tarde Andeca en el 584, y que en tan solo 1 año fracasa por evitar la invasión visigoda dirigida por Leovigildo, convirtiéndose el fértil y rico reino suevo en una parte más del reino godo, reinado ahora por Leovigildo como posee Gallaecia, Hispania y la Narbonense.

Conquista de los musulmanes

La historia demuestra la poca presencia musulmana en Galicia, en comparación con el resto de Hispania, algo lógico y fácil de entender, sabiendo que la conquista se inició desde el sur de Hispania y llegó al norte como una mera conquista religiosa, aunque un estudio realizado por una universidad afirma que la presencia de adn árabe es mayor en Galicia que en el resto de España, esto basándose en tan solo 18 pruebas genéticas en toda Galicia, muy atrevido afirmar algo así con tan pocas pruebas, que no lo hace un estudio fiable, y siendo estas pruebas la mayoría en Vigo (sur de Galicia). En el transcurso de la conquista musulmana de España los musulmanes conquistaron Tuy, y establecieron allí un señorío. La rebelión bereber de los años 740 y 741 trajo como consecuencia el abandono por parte de las guarniciones bereberes de todas sus posiciones al norte de la Sierra de Gredos. De este modo el sur de Galicia se vio libre del dominio musulmán. Por otra parte, el norte de Galicia cayó bajo el dominio político de Alfonso I (Espacio político y de poder en lo que hoy es Asturias), que instaló en la ciudad de Lugo al obispo Odoario. Sucedido más tarde por Fruela I, que aplastó una insurrección de los gallegos. Décadas después, otra insurrección de los gallegos fue derrotada por el rey Silo en la batalla de Montecubeiro, cerca de Castroverde.

La incorporación administrativa de Galicia al poder de los reyes residentes en Asturias se realizó (al igual que Castilla) a través del condado. El primer conde es el caballero Conde Don Pedro, citado por la Albeldense en su breve crónica del reinado de Ordoño I de Asturias, haciendo frente a un ataque normando, episodio que se sitúa en el año 859. Don Pedro es sucedido por Fruela Bermúdez, o Froilán, según la crónica, Gallicie comite. Este conde lideró una revuelta contra el rey Alfonso III, pero resultó muerto en la primavera de 876.

En este tiempo, y bajo el reinado Alfonso II es cuando se descubre el sepulcro del apóstol Santiago y el surgimiento del famoso Camino que lleva su nombre.

Vikingos en Galicia

La presencia de los vikingos en Galicia se produce en el período comprendido entre los siglos IX y XII, cuando los pueblos que habitaban Escandinavia se habían convertido en una gran potencia naval, comercial y militar, lanzando periódicas expediciones de saqueo y conquista principalmente en la costa del océano Atlántico. Llegaron hasta puntos tan alejados como el Mediterráneo, y entre los lugares que visitaron se encontraba Galicia, que ellos denominaban Jakobsland (Tierra de Santiago).

La primera incursión de los vikingos en Galicia aparece reflejada en Annales Bertiniani, se remonta al mes de agosto de 844 cuando un grupo de vikingos daneses procedente de una expedición de saqueo se adentró por el río Garona, y empujados por una tormenta terminaron llegando hasta Galicia, donde saquearon algunas aldeas costeras hasta que fueron expulsados de los alrededores del Farum Brecantium (Torre de Hércules - A Coruña) que los vikingos llamaban Fár. En ese momento reinaba en Galicia Ramiro I.

Durante el reinado de Ordoño I, en el año 858, reapareció en las costas de Galicia una gran flota vikinga de cien naves procedente de expediciones de saqueo en las costas francesas que se dirigieron hacia la ría de Arosa. Tras saquear la diócesis de Iria Flavia se dirigieron a Santiago de Compostela, estableciendose allí. Los habitantes de Compostela tuvieron que pagar un tributo para evitar los saqueos, aún a pesar de ello los vikingos intentaron apoderarse de la ciudad, hasta que fueron expulsados por un ejército dirigido por el conde Pedro, que los derrotó y destruyó 38 de sus navios. Los supervivientes, lejos de desistir, se dirigieron hacia el sur de Galicia, saqueando las poblaciones costeras a su paso. Esta razón tuvo como consecuencia de esta expedición la sede episcopal de Iria Flavia se trasladó a Santiago de Compostela.

En el año 951 los vikingos reaparecieron de nuevo y saquearon la costa gallega; en los años siguientes las ciudades se reforzaron en previsión de nuevos ataques. En el año 964 los vikingos reaparecieron de nuevo y el propio obispo Rosendo de Mondoñedo tuvo que hacerles frente.

En el año 968 el segundo duque de Normandía pidió ayuda a sus parientes daneses y noruegos ante el peligro de invasión francesa de su dominio. Una vez derrotado el rey de Francia los vikingos permanecieron en Normandía, el duque los animó entonces a partir a la conquista de Galicia, 'esa tierra tan rica de la que tanto hablan los peregrinos'. Se dirigieron a Galicia doscientas naves al mando de Gudrød (Guðrǫðr), hermano de Harald Gråfeldr, conocido como Gunderedo en las crónicas gallegas. Cien de esas naves se detuvieron en la costa cantábrica de Galicia y atacaron la diócesis de Bretoña, mientras que otras cien se internaron en la ría de Arosa y desembarcaron en el puerto de Iuncariae (Xunqueira),​ para dirigirse por tierra hasta Santiago de Compostela. El obispo Sisnando, luchó e intentó detenerlos en las proximidades de Iria Flavia, pero no lo consiguió y murió durante la batalla de Fornelos el 29 de marzo atravesado por una flecha. Los vikingos vencieron y se dispersaron por Galicia, llegando hasta el Courel. En Lugo el obispo Hermenegildo consiguió defender la ciudad, pero no pudo impedir que los vikingos arrasaran las tierras de Bretoña, cuya antigua sede quedó destruida, siendo reconstruida posteriormente en el actual Mondoñedo.

Los vikingos consiguieron permanecer durante cerca de tres años en tierras gallegas, saquearon todo lo que pudieron, pero cuando regresaban a sus naves cargados con el botín, fueron interceptados por un ejército al mando del conde Gonzalo Sánchez, que consiguió vencerlos en los alrededores de la ría de Ferrol hacia el año 970, dando muerte a Gunderedo, su sækonungr (Caudillo vikingo noruego considerado rey del mar) y quemando la mayoría de sus naves.

Tras dejar Galicia, los vikingos continuaron apareciendo de forma esporádica, sin embargo, en el año 1015, dirigidos por el rey Olaf atacaron Castropol, Ribas de Sil, Betanzos y Tuy. Desembarcaron por sorpresa remontando el río Miño y masacraron al ejército del conde Menendo González, arrasaron la ciudad y tomaron como prisionero al obispo Alfonso. En el año 1028, reinando Bermudo III, Ulf el gallego, también dirigió una expedición contra las costas gallegas, subiendo por la ría de Arousa, pero también fue rechazada por el ejército del obispo Cresconio de Compostela, quien también con torres fortaleció la ría de Arousa edificando los Castellum Honesti.

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