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Romanos en Galicia

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Romanos en Galicia

Los romanos en Galicia

A la llegada de los Romanos a Galicia, la cohesión territorial y social de la cultura castreña explica la gran resistencia de los galaicos a la dominación de los romanos, que se prolongó hasta un siglo (100 años) cuando los romanos ya dominaban toda Hispania (Territorio de la actual España), así lo constatan diferentes crónicas romanos como las de Orosio, que cuentan como en el 137 a.C. el praetor Décimo Junio Bruto inició una campaña debido a las continuas incursiones bélicas de los celtas galaicos en apoyo de los lusitanos. En esta campaña hubo que enfrentarse con 60.000 gallaicoi en el río Duero, convirtiendo a Roma en ganadores, por lo que fue llamado Gallaicus. En ese mismo año las legiones romanas llegarían al río Limia, rodeado de una leyenda donde aquel que lo pasara perdería la memoria, identificado como el río Lethes de la mitología romana, donde solo pudo ser cruzado cuando el Praetor lo cruzó y llamó por sus nombres a sus soldados para demostrar que no había perdido la memoria. Continuaron avanzando hacía el norte hasta llegar al río Miño donde los gallaicoi provocaron el repliegue romano hacia el sur.

Durante 100 años se mantuvo la situación, sin que las expediciones romanas consiguieran entrar más en territorio galaico. La situación seguiría así hasta que en el 63 a.C. el famosos Julio César es designado Propraetor en la Hispania Ulterior. En el año 61 a.C. retoma el avance hacia el norte penetrando en la región lusitana (Nombre de una provincia romana en el oeste de la península ibérica, situada entre el Guadiana y el Guadalquivir) y conduce personalmente una incursión marítima desembarcando en Brigantium, en la parte de la costa que hoy ocupa la famosa ciudad de A Coruña. Sin embargo en el interior del territorio galaico continúa una resistencia que se endurece en su última etapa durante la campaña de César Augusto entre los años 39 a.C. y 24 a.C., en la que la batalla más significativa fue la del monte Medulio. Esto impediría la declaración de la Pax Romana (Algo así como la Paz que permitió al imperior Romano el desarrollo económico y fin de la expansión territorial) hasta el año 23 a.C. donde finalizarían las conquistas en territorio de la actual Galicia y solo faltaría terminar con la resistencia en áreas fronterizas con los pueblos de los astures y cántabros hasta el 19 a.C.

Romanización en Galicia

Una vez finalizada las conquistas, se inició el proceso de romanización que se prolongaría durante cuatro siglos, iniciándose entre los años 64 d.C. y 70 d.C., cuando Vespasiano convierte a los 451.000 gallaicoi en pueblo romano (según Gayo Plinio Segundo, conocido como Plinio el Viejo, fue un escritor, naturalista y militar latino), transformando los castros en las víllae y la población convertida incorporaría en su cultura las nuevas tecnologías como la arquitectura, la agricultura basada en el arado, el derecho romano o la minería. Cabe destacar que la minería mejora el sistema de extracción de metales denominado ruina montium, que consistía en excavar túneles en las montañas por los que se hacía circular agua que iba erosionando el área y transportando en ella los minerales (específicamente, el oro), que fue una de las grandes razones que impulsaron el interés de Roma en este territorio y llevó a cabo una Romanización más detacable que otros territorios de Hispania. Durante la romanización, algunos dicen que los celtas fueron masacrados, pero como constatan las diferentes escrituras de la época, se convirtieron a los romanos y se abandoraon de forma progresiva muchos castros hacia las nuevas villas y ciudades, que eran más modernas (Muy parecido a lo que actualmente pasa en España, donde la gente abandona los pueblos hacía ciudades).

Cultura celta y castreña con la Romanización

La cohesión territorial y social definida por los celtas en el territorio galaico se mantendría durante toda la romanización, dando lugar a Gallaecia, nombrado así por la reforma de Diocleciano del año 298 quedando unificados bajo una única provincia segregada de la Tarraconensis, formada principalmente por tres ciudades: Lucus Augusti (Lugo), Bracara Augusta (Braga) y Asturica Augusta (Astorga) que pasarían a ser la cabecera de los tres conventus (Lucensis, Bracarensis y Asturiacensis). Estas tres ciudades fueron unidas por calzadas y se colocaron a lo largo de estas vías mansiones y estaciones de descanso para las tropas, que dieron lugar a numerosas villas que han llegado hasta nuestros días. La provincia romana de Gallaecia, era mucho más extensa que la actual Galicia, donde también comprendía el norte de Portugal, así como Asturias, Cantabria y parte de lo que posteriormente serían los reinos de León y Castilla. Aunque en la lengua el sustrato galaico original acabaría disolviéndose en el latín manteniéndose en las raíces de topónimos y antropónimos, así como algunas palabras, en el caso de la religión el fenómeno fue el contrario.

Monumentos romanos en galicia

En esta página encontrarás todos aquellas iglesias románicas, puentes romanos en Galicia, monumentos, termas, restos arqueológicos y mucho más sobre el legado romano.

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